Estaba supuesta a venir el 13 de septiembre pero como coincidió con la crisis de los Balseros, el Presidente Clinton cambió los vuelos a tres por semana y mi vuelo fue cambiado para el 15. Mi visa se vencía el 15 de septiembre a las 12:00 a.m. (esa es otra historia) Ya se imaginarán el nerviosismo que tenía. El muchacho que revisaba los documentos en el aeropuerto al darse cuenta de que ese día vencía mi visa, jocosamente me dijo; “Y si te digo que el vuelo no sale” a lo que yo contesté, “Pues sencillo, aquí me dará un infarto”. Se rió y me mandó a la ventana de inmigración.
Todo el post aquí. Pasen a felicitarla en sus 15 ;-)
3 comments:
Gracias Vero....Pronto te cuento esas historia. No es facil la odisea. Un beso
Niurki
La pobre. ¡Qué susto!
Es terrible como te hacen sufrir. No sé si se lo creen de verdad o es la envidia de no ser ellos los que salen. Como los cuentos esos de la gente en aduana, que le quitan de todo a los que se pasan en las libras o le piden de regalo algunas cosas.
Un amigo que salió hace poco y había hecho algunas declaraciones en contra del gobierno viviendo en la isla, me contó que cuando estaba ya chequeando su pasaje, vino un oficial de la seguridad del estado y se puso a preguntarle que pensaba hacer en EEUU. El le dijo que trabajar y disfrutar de su familia, a lo que el oficial replicó: más te vale, porque si no ya sabes que no puedes entrar más aquí.
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