Me encantaría que el tan sonado concierto no fuera en la Plaza... Una vez se me ocurrió ir a uno y luego hasta "you know who" se apareció por ahí. No me dio ninguna gracia ser usada como "bulto" político.
Personalmente, no me gustan las canciones de Juanes, pero en Cuba seguramente tiene sus admiradores y cuando se vive allá cualquier cosa que se salga de lo de siempre, se agradece. Pero... si me gustara y si viviera en la isla, no me portaría por la Plaza de la Revolución a disfrutar de su música.
La mirada de Juanes
By JULIO SANCHEZ CRISTONo tiene discusión el dolor de un cubano en el exilio. Y sólo un cubano lo entiende. Escribir sobre el tema es un respetuoso atrevimiento, porque yo no sé lo que es no tener país. No entendería no poder ver a mis padres, hermanos, abuelos, hijas o amigos. No sabría qué sería de mi vida sin regresar a mis esquinas de infancia, pasar por el frente de mi colegio, recordar la tienda del barrio, caminar bajo la lluvia por los mismos parques donde crecí, saber que estoy vivo, al lado de los mismos viejos árboles, entrar al teatro de siempre, comer lo mío, saber que tengo mi país y que ningún dictador me lo va a quitar.
Pues miles de miles de cubanos no pueden decir ni hacer lo mismo. No sólo perdieron el derecho a sus nostalgias, perdieron todo lo que trabajaron, sino que además perdieron a sus familias, que quedaron divididas y hoy perdidas, no por su voluntad, sino por la fuerza. Sin recordar los presos, los fusilados, los desaparecidos y toda la
colección de ingratitudes que han hecho la historia de los 50 años de la isla más bella del Caribe, hoy aislada y empobrecida por cuenta del régimen castrista.
Pasan cosas cuando Juanes quiere repetir su paz sin fronteras en Cuba, y esas heridas que nunca cerrarán, duelen y producen reacciones muy fuertes contra el concierto. Llevamos una semana escuchando críticas muy respetables a la idea, así como apoyos muy sanos a la misma. El debate en el marco de la tolerancia es precisamente lo que marca la diferencia entre quienes están dentro y fuera de la isla. Cualquiera entendería, como el mismo Juanes lo ha dicho, la tragedia cubana. Lo que poco ayuda es la agresividad, y las amenazas que le quitan la esencia al argumento, y es cuando se pasa de la línea del diálogo a los radicalismos. Cuando una válida convocatoria a una protesta invita a llevar martillos y discos para destruir la música de Juanes, al que califican en la invitación de infame cobarde roedor o cuando una respetada intectual le dice estúpida e ignorante a una periodista por atreverse a hacerle una pregunta, pues las proporciones sencillamente se pierden.
Juanes lo único que quiere es ir a cantar a Cuba, y llevar un sencillo mensaje de paz y
amor. El no es comunista, ni castrista, ni nada, es un artista. Hoy hace 40 años estábamos en Woodstock, otros artistas se reunieron para decir paz y amor, en medio de la guerra de Vietnam. El colombiano no va a cantarle a Fidel Castro ni a la revolución; está pensando en 11 millones de cubanos que tienen derecho, en el país de los no derechos, a tener una buena tarde.
Lo que no pudieron hacer Celia, los Estefan, Willy Chirino, y tantos más, lo quiere hacer Juanes invitando a unos amigos, que naturalmente ante el escándalo, se están bajando y se seguirán bajando del avión. Es posible que la Plaza de la Revolución y la
imagen del Che Guevara le den un tinte político. Localmente y a espaldas de Juanes el gobierno cubano está anunciando el acontecimiento como un espaldarazo al régimen, es una lectura perversa con la buena intención de la idea. Los compañeros de tarima son muy cuestionados: para el exilio son los cantantes del régimen, inclusive según periodistas reconocidos en Miami, firmaron una carta apoyando el fusilamiento de tres muchachos en el pasado. Pero la pregunta clave es qué pasa si Juanes cambia de sitio, decide cantar en una playa, cambia de cantantes locales, inclusive se lleva cubanos en el exilio, ¿lo perdonarán? Como anoté, esto es fácil escribirlo sin sufrirlo, y sólo en el corazón de ellos estará la respuesta.
Naturalmente no son todos, las opiniones están más divididas que nunca, no se va a lograr el cambio en La Habana, no van a recuperar su libertad los presos que están en la cárcel simplemente por pensar distinto. Eso ni nada pasará. Lo que él quiere es poner a pensar al mundo en el drama de Cuba, y dejar una semilla que ojalá se reproduzca y mucho. Todo lo que pasa allá es político, dicen los expertos, simplemente porque sin permiso del gobierno no se mueve una hoja, pero eso no puede confundir la buena intención de un joven que sólo quiere decir con su guitarra que es tiempo de cambiar. Hay sinceridad, éste no es sólo un buen cantante, es un buen ser humano, no quiere hacerle daño a nadie. El resto está en la mirada de Juanes.
6 comments:
Gracias Julio, creo q has dicho todo lo q necesitan escuchar los q no esten de acuerdo y concideren cambiar de idea!!! Muchos adoramos a Juan y lo apoyamos en todo lo q hace, su corazon es muy grande y como tu lo dices lo demas esta en sus ojos!!! Son ojos de sinceridad, amor y deseo de paz para todos!! sin importar raza, genero, edad o nacionalidad!!!
wow!!! theese are words of brainpower and truth. no more need not to be said
Pues yo no creo que eso ayude a "poner a pensar al mundo en el drama de Cuba", sino a hacer creer al mundo que el gobierno de Cuba es humano, bueno, que hay libertad y felicidad. Y Juanes ni aunque lo quiera hacer va a hablar de libertad, porque no lo dejarán.
Que digan que es por la paz y que sea en la plaza es bastante, que ademas sea tan inocente no se lo cree ni el mismo.
Muy bueno este escrito de Miguel Iturria Savón.
http://www.cubanet.org/CNews/y09/agosto09/18_C_1.html
creo que silvo lo pondra a acompanarlo en una cancion bien antiiperialista ahi es donde esta la trampa.
el exilo no debe dentirce herido sino los muertos de la guerrila colombiana alentados y pertrchados desde la habana donde juanes cantara junto a Silvio:Soy un hombre soy un hombre feliz y quiero que me perdonen los muertos de mi felicidad soy feliz soy un.......
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