By WILFREDO CANCIO ISLA
El presidente Barack Obama parece decidido a sortear el inmovilismo del gobierno de Raúl Castro e impulsar una era de cambios en las relaciones con Cuba emplazando nuevas señales de flexibilización en un terreno de menor conflictividad política, pero altamente sensible: los intercambios culturales.
El presidente Barack Obama parece decidido a sortear el inmovilismo del gobierno de Raúl Castro e impulsar una era de cambios en las relaciones con Cuba emplazando nuevas señales de flexibilización en un terreno de menor conflictividad política, pero altamente sensible: los intercambios culturales.
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En julio el Departamento de Estado otorgó los visados para que 12 actores profesionales cubanos vinieran a la Universidad de Alabama con el propósito de realizar junto a colegas estadounidenses una versión en español de Sueño de una noche de Verano, de William Shakespeare.
La obra se estrenó el 7 de agosto en un teatro del recinto universitario y la pasada semana el colectivo artístico se trasladó a Cuba para presentarse en el teatro habanero Bertolt Brecht, donde permanecerá en cartelera hasta fines de mes.
Al mismo tiempo, el Departamento de Estado permitió la visita a La Habana de los actores Bill Murray, Robert Duval, James Caan y Benicio de Toro en un viaje de investigación, el pasado agosto; y autorizó las presentaciones en octubre de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, la segunda agrupación norteamericana de música clásica que protagonizará un concierto en Cuba en los últimos 47 años.
Además, Washington se mostró favorable al concierto del cantante colombiano Juanes en Cuba, fijado para el 20 de septiembre, por tratarse de "una misión cultural en beneficio del entendimiento de los pueblos'', al decir de un funcionario cercano a Hillary Clinton.
La semana pasada el Departamento del Tesoro aprobó las licencias para el viaje de la organización USA Youth Debates, radicada en Sarasota, que pretende llevar unos 15 estudiantes para discutir temas de interés común con jóvenes de la isla. El grupo no recibía autorización para viajar a Cuba desde el 2000.
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Y una promotora musical de Puerto Rico anuncia ya para octubre una gira estadounidense del legendario cantautor Pablo Milanés para celebrar sus 45 años de trayectoria artística. En mayo otra de las figuras emblemáticas de la música cubana contemporánea, el trovador Silvio Rodríguez, no recibió la visa para participar en un concierto en el Madison Square Garden de Nueva York, pero las autoridades estadounidenses dijeron que el principal problema para otorgarle el permiso fue la tardanza en su solicitud.
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