Sunday, June 14, 2009

Casos aislados

Muchos celebramos en estos días el reencuentro Hilda Molina con su familia en Buenos Aires. Pero como ella misma a dicho a Reuters, su caso, es un gesto aislado (por parte del gobierno, se sobrentiende). Su permiso de salida no cambia la política migratoria de Cuba hacia sus ciudadanos.

Por una parte, su caso es un caso más entre otros muchos casos “aislados” a los que el gobierno les ha permitido por fin la salida, luego de mantenerlos retenidos por razones “políticas”; y, por otra, en cuanto al propio hecho de tener que esperar por un permiso o de estar retenido (con causa “política” o sin ella) su caso es, sencillamente, común.

Aún cientos de cubanos permanecen en la Isla a pesar de tener visa para entrar a otro país. A muchos los esperan sus familiares. Médicos, periodistas independientes, hijos de dirigentes, hijos de “desertores” o de personas que se pronuncian en contra del gobierno cubano dentro o fuera de la isla, son castigados a no recibir la carta blanca.

También reciben su castigo los cubanos que residen en el exterior. En este mismo blog hemos presentado el caso de Fernando Delgado, el de Jorge Ferrer, el de mi madre, el de Emilio García Montiel y el de Juan López Linares. Otros no se atreven a hacer público su caso y las razones de por qué no los dejan regresar, la mayoría de las veces ni ellos mismos se las pueden explicar. Van desde suponer que su nombre puede haberse confundido con el de alguien que se llama igual, hasta haber firmado una carta con un reclamo al gobierno. No los dejan regresar y punto.

Miles de cubanos han arriesgado y siguen arriesgando su vida cruzando el Estrecho de la Florida para salir de esa isla-cárcel. Muchos porque es lo “más fácil”, pero unos cuantos lo han hecho ante la imposibilidad de recibir el permiso de salida –que no es necesariamente para los EEUU-; mientras el gobierno cubano culpa de esto al gobierno norteamericano y a la Ley de Ajuste Cubano.

Tanto los cubanos de “adentro” como los de “afuera” están viviendo bajo el manto de arbitrariedad y represión de un gobierno que ya lleva cincuenta años en el poder. Salir del país no los libra del miedo. Miedo de hablar “mal” contra el gobierno de la isla, miedo de denunciar la negativa de salida o de entrada de un familiar o de ellos mismos. El resultado sigue siendo igual: familias separadas.

Hace un par de días alguien me decía que el caso de Fernando Delgado era uno más y le pregunté: ¿Quiere decir esto que tenemos que callarnos? Me respondió que cuando uno se va de Cuba se resigna a que se puedan enfermar o morir tus familiares sin que puedas estar a su lado. Sin embargo, esa misma persona tiene a su madre esperando por el pasaporte cubano hace más de tres meses, porque quiere ir a ver a la abuelita, que tiene noventa y dos años y está muy enferma. No saben cuando le enviarán el pasaporte, y después que lo reciba, aun tiene que esperar por la habilitación, y, como se sabe, ni siquiera eso le garantizaría que le permitan entrar al país.

Yo, estoy cansada de esas resignaciones. Y parte de mi rechazo a que el gobierno cubano continúe con su impunidad, con su exportación del miedo, con su prepotencia contra todos los cubanos, es, precisamente, este blog. Por ello quisiera dejar bien claro que por útiles que puedan ser las acciones particulares en la denuncia de la apretada agenda violatoria del gobierno cubano- e incluyo aquí las denuncias, evidencias y testimonios que se presentan en este blog- estoy conciente de que sólo la democracia en la isla permitirá eliminar semejante agenda.

3 comments:

Anonymous said...

Lo aislado es que ella haya podido al fin salir.
He leído muchos testimonios de familias separadas por años.

Anonymous said...

Hola:
Lo de aislados no es verdad, cuando se suman todos los casos desde el primer día en 1959 cuando los Castro empezaron a reprimir son muchos millones de personas afectadas. Lo que pasa que el chantaje a unos, la desilusion a otros y aislados etc hacen que los que vivimos fuera no nos unamos, incluso formemos una cuba virtual del exterior y otro gallo cantaria. Solo por el dinero que los de afuera le dan a la dictadura tendria que ser menos HP. Al final mas de lo mismo, es un HP, los que lo siguen unos HP, los presidentes de otros paises que lo tratan unos hipocritas y tambien unos HP.Me gusta mucho la pagina, saldos
Jorge Cruz

Maria Elena Morejon said...

Al fin encuentro gente que está clara con el tema del permiso de la Molina.

Sres. esto no es ningún caso aislado, es una práctica criminal de la dictadura castrista.

Lean los casos de la familia Cohen, que despues de ya casi 20 años las hijas se lanzaron por lancha y llegaron a donde su padre, pero queda al chiquito que casi ni lo conoce y su mujer o ex porque ya después de tantos años él en EEUU ya se formó otra familia seguramente...

Yo no puedo entrar y en un año perdí a tres miembros de mi familia.

A mi hijo lo retuvieron dos años.....