Monday, June 28, 2010

El cardenal en su laberinto

Me entero por este artículo del Wall Street Journal de que el cardenal cubano, Jaime Ortega, ha visitado la capital estadounidense en estos días. Lamentablemente, no hay noticias de que ande abogando por los presos políticos cubanos en esta ocasión, o al menos, defendiendo el derecho a viajar libremente de sus coterráneos.

Aquí les dejo con un fragmento del artículo de Mary Anastasia O'Grady:

Varias fuentes me informaron que el cardenal católico de La Habana, Jaime Ortega, realizó un viaje de muy bajo perfil a Washington la semana pasada para hacer lobby por el levantamiento de la prohibición de viaje. Hubo rumores de que una de sus reuniones fue con el secretario asistente para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE.UU., Arturo Valenzuela. El Departamento de Estado prefirió no decirme si esto era cierto o no.

Otras fuentes indicaron que el cardenal apeló a miembros del Congreso, incluido el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes Howard Berman y su asesor, Peter Quilter. Le consulté a la oficina de Berman pero no obtuve respuesta. Los lectores habituales de esta columna conocen las tendencias de Quilter. Como informé en abril, viajó con Fulton Armstrong, asesor del senador John Kerry, a Tegucigalpa para advertirles a los hondureños que respaldaron la remoción de Zelaya que aún eran mal vistos.

Mientras Castro depende del embargo para explicar la pobreza cubana, a su vez, al parecer, necesita con desesperación el turismo estadounidense, que podría controlar. Y si el cardenal Ortega decidió intervenir a favor de las necesidades del régimen, no sería sorprendente. Desde hace mucho tiempo, los defensores de los derechos humanos —como el ex prisionero político Armando Valladares, un católico practicante— lo consideran más como una herramienta del régimen que un adalid de los oprimidos. Una evaluación más bondadosa del cardenal sugiere que intenta impulsar el poder de la Iglesia en la isla. De cualquier forma, actuar como emisario ante Washington ahora tendría sentido.

2 comments:

Anonymous said...

Verónica, desgraciadamente nuestro Cardenal traiciona a la propia Doctrina Social de la Iglesia, a la patria y a todos nosotros.

Evidencias said...

Y hoy el obispo de Santa Clara visita a Fariñas... te digo, quiero creer que hacen lo que pueden, pero está cabrón.
Creo que en el caso de los presos, la Iglesia debe pedirle al gobierno, antes que nada, que hable con las partes interesadas, aunque ellos estén presentes como mediadores.
Saludos Armienne. Gracias por pasar.