Según el artículo de José Hugo Fernández,
El último filón de los neoesclavistas, publicado en
Diario de Cuba, en la isla circula un rumor de que pronto los cubanos residentes en su país y portadores de un pasaporte extranjero, tendrían que pagar un impuesto del 50cuc.
Ya desde el 2009 reporté en este blog
otros rumores sobre el mismo tema. Esa vez se comentaba que este mismo grupo sería privado del derecho a la educación y la salud gratis; así como de la libreta de abastecimiento.
Los cubanos con pasaporte español en la actualidad están obligados a confeccionarse un pasaporte cubano para poder viajar, por un costo de 55cuc, además deben solicitar permiso de salida o carta blanca y pagar por él otros 150cuc. Y luego, por cada mes que permanecen en el extranjero otros $150 en el caso de EEUU, 60 euros en el caso de España, y quedan invitados a dejar en los comentarios lo que pagan en otros países.
Otro rumor que ha circulado en la isla es que los que han adquirido la ciudadanía española tendrían que elegir entre esta y la cubana, pero no creo que el gobierno este dispuesto a renunciar a las entradas de dinero antes mencionadas; ni a perder el mecanismo de control que constituye el permiso de salida. Los servicios de salud y educación cada vez son peores, y a la libreta no le queda mucho. Tal vez, como son tantos los que se han aprovechado de la Ley de Nietos -pueden chequear las cifras de hace un año
aquí. Ahora no tengo tiempo de buscar las actualizadas, pero estoy segura de que sólo pueden aumentar-; han sacado las cuentas y han decidido penalizarlos con otro impuesto.
Esto me recuerda que hace unos años el gobierno cubano "repartió" (lo pongo entre comillas porque al final es que les dan la posibilidad de comprar) refrigeradores y ollas eléctricas a la población, lo que automáticamente adicionó una deuda a las familias cubanas. Las mensualidades a pagar y el tamaño de los artículos dependía de cuántos miembros tenía cada familia. Muchos siguen pagando, pero otros han dejado de pagar sin importarles las consecuencias y me imagino que con el medio millón de desempleados que se avecina, estas cifras, también, sólo pueden ir en aumento. Eso, el neoesclavismo.