Thursday, May 13, 2010

Urbano González enfrenta a cónsul cubana en Barcelona



Urbano González ha hecho esta grabación en el Consulado cubano en Barcelona, pidiendo explicaciones sobre su deportación el pasado 3 de mayo desde La Habana. Iba a visitar a su familia después de cuatro años sin verla. Su madre tiene más de setenta años y lo esperaba en el aeropuerto José Martí de La Habana. Urbano no puedo verla.

Aparentemente, la razón de la negativa de entrada a la isla, ha sido su participación en manifestaciones en contra de la dictadura castrista. En ningún país del mundo, por pensar diferente, pueden negarle a un ciudadano entrar a su país, según el artículo 13.2 de la Declaración Universal de los Derecho humanos.

La cónsul le repite que él “debe saber cuál es la razón” por la cual las autoridades migratorias cubanas no te dejan entrar al país. Le niega una notificación oficial, e insiste en que es suficiente que le comunique verbalmente que no puede entrar.

Urbano no tiene ciudadanía española, es residente en estos momentos; y bueno, se siente algo así como no tener país, digo yo. Siempre me pregunto cómo quedamos los cubanos en ese lapso en que ni siquiera tenemos residencia del sitio a donde hemos emigrado, limbo total, trátese de España, Estados Unidos o la Conchinchina, sin poder regresar al lugar en que hemos nacido y calificados, según arbitraria lógica castrense, como “desertores” por el gobierno cubano.

En un momento, Urbano le reclama los noventa euros que acaba de pagar justo antes de viajar a Cuba por la habilitación del pasaporte, que le acaban de retirar. Cuando los cubanos logramos residir legalmente en otro país, como cualquier otro ciudadano, podemos usar documentos migratorios de ese sitio. Pero, para viajar a la isla, las autoridades cubanas exigen el uso del pasaporte cubano si has salido después del 31 de diciembre de 1970. Las tarifas son astronómicas. En el caso de Gonzáles, acababa de pagar 90 euros por la "habilitación" de su pasaporte y claramente le dicen que no se los devuelven. Para colmo la cónsul alega que necesita dicho pasaporte como documento de identificación. ¿Para qué? ¿Ignorante o arrogante? Ustedes dirán.

H/T: Punt de Vista.

2 comments:

Reinerio Ramirez Pereira said...

Manifiestamente esta sra.representante de la dictadura desconoce la declaracion universal de los derechos humanos,si al menos la hubiera hojeado su cinismo seria mas solapado.Desde cuando las autoridades migratorias de Cuba deciden algo?,en Cuba los unicos que determinan sobre la vida de los cubanos son los hermanos Castros.Muy bien por Urbano,si todos hicieran como el ,
en una Cuba democratica todos esos esbirros de la DGI con fachada de diplomaticos tendran que responder ante sus propias declaraciones.

Anonymous said...

Y con el sinismo que la consul dice que todos los paises del mundo se reservan el derecho de dejar entrar a quienes quieran sean nacionales o no. Si paises que requieren visas a sus ciudadanos como Cuba: como Norcorea, Iran, La Alemania Nazi, La alemania del Este, El antiguo bloque de la URRS. En ninguna democracia el estado tiene el poder de desterrar a uno de los ciudadanos, y mas aun cuando son naturales, o sea nacidos ahi. Solamente el gobierno asqueroso dictatorial de los Castros lo hace.