Llegué un poco tarde a la concentración, pero no pasé mucho trabajo para acercarme a la tribuna y tener un buen lugar para tomar estas fotos y videos. La parte más poblada fue la más fácil, pues estaba llena de los que más tiempo llevan el exilio, que me sonrieron y cedieron el paso, contentos de ver caras jóvenes a su lado.
Allí estaban muchas (diría que todas) las organizaciones del exilio, desde la Fundación Nacional Cubano-Americana hasta la O-Jec; varias generaciones gritando juntos libertad, Zapata vive, abajo la dictadura, o presente cuando leyeron los nombres de los todos los presos políticos.
Vinieron a apoyarnos nicaragüenses, venezolanos, hondureños; también expresos políticos y Damas de blanco que ahora se encuentran en el exilio; artistas como Alina Brower y Orlando Casin (se extrañan tantos de los que está lleno este exilio... aunque no puedo haber visto a todo el mundo porque éramos como 2000); y hasta se escuchó la voz de Reina Tamayo, a quién Berta Antúnez llamó desde su celular, pegándolo luego al micrófono. Absoluto silencio para escucharla, roto por los sollozos de los que participábamos.
La concentración terminó con una línea que desfiló frente a un ataúd simbólico que luego, en brazos de algunos de los manifestantes, fue trasladado hasta La casa del preso. De ahí partimos hacia el Versailles para seguir batiendo banderas cubanas, esta vez con fondo café cubano, y ese arrullo que son los gritos de los que desde sus autos gritan al pasar Abajo Fidel y suenan las bocinas.
2 comments:
Vero que pena no haberte conocido personalmente! Bueno, lo más importante es que estábamos allí. Un abrazo de Lori.
La próxima nos ponemos un cartelito o quedamos en alguna esquina ;-)
Post a Comment