Aunque Pánfilo ha asegurado que lo que hace falta en Cuba es jama y Antúnez que libertad, algunos quieren hacer creer que en la isla y EEUU, lo que se necesita es música.
¿Qué podemos hacer los cubanos que vivimos en el exterior si tenemos ambas cosas garantizadas y crece el negocio de los conciertos de músicos provenientes de Cuba? ¿Ir cargados de regalos a nuestro país en Navidad, pidiendo permiso para entrar y pagando precios astronómicos por los pasajes?
Ojalá aumente el intercambio cultural y las reunificaciones familiares para el 2010, pero que también mejore la situación de los derechos humanos en nuestro país y termine esa pesadilla mal llamada revolución que nos aplasta hace casi 51 años.
¡Felicidades y libertad para el 2010!
5 comments:
El problema es que los músicos que van de aquí tienen que dar los conciertos gratis allá, mientras que los de allá cobran un ojo de la cara aquí. Las entradas de la Charanga el otro día eran $75 las normales y $130 las VIP. Deberían ser gratis, un verdadero intercambio cultural y no una zafra para recaudar dólares.
Vero, feliz año nuevo!! vaya, con rima y to' :-)
;-) muchas felicidades Aguaya.
Niño atómico, alguien me contó que vendieron entradas para ver a Buena Fe en The Place a $300...
Ay!, pero qué se puede esperar de estas ideas de "intercambio"? Siempre es lo mismo: artistas oficiales y, como señala Vero, lo más desigual de este mundo. Los de Cuba cobran; los extranjeros regalan su trabajo. Quisiera que dejaran viajar a toda la banda de Porno para Ricardo y ya que me he puesto a pedir deseos, digamos que me encantaría ver una exposición curada por Sandra Ceballos desde Aglutinador en Chelsea. Cuánto tiempo más habrá que esperar para que estos artistas sean "reconocidos" como Buena Fe, La Charanga o Fabelo?
Chez, si, hay que apoyar aquello para poder viajar a hacer campaña.
Lo peor es que se ponen a comentar en los programas de la tele de Miami, que se empeñan en demostrar que el exilio está dividido, aunque no cubren noticias como la de la manifestación por los DDHH el 5 de diciembre en la Pequeña Habana.
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