Fragmento de una entrevista publicada en Martí Noticias.Yo soy de las que piensan que los cubanos más que exiliados, somos desterrados. Es desterrado el término que creo nos define mejor en esa diáspora de peregrinos dispersos por el mundo. En ningún país civilizado se concibe que un ciudadano que conserva su nacionalidad, se vea obligado a pedir permiso de entrada o salida de su país. Cuando converso con la prensa aquí en España, les cuesta creer que esta negativa vaya más allá de la política o más bien que la política se no imponga en todos los sentidos y variantes de nuestra vida: Si a un brasileño, a un argentino, o a británico, le dijeran que Ronaldiño, Maradonna, Beckam, o cualquiera de sus estrellas de fútbol son traidores, desertores, apátridas o Judas Iscariotes, por jugar para un equipo de liga en el extranjero, se echarían a reír en nuestras narices. Cuesta entonces creer, que nuestras estrellas del béisbol, voleibol, nuestros músicos, artistas e intelectuales se les considere desertores y se les niegue incluso la entrada a su patria no ya para dar un concierto, presentar un libro o jugar béisbol en la liga nacional, sino que ni siquiera se les permita asistir al entierro de sus seres más querido.Por eso pienso que la palabra "exilio" no abarca nuestra tragedia en toda su totalidad, somos seres desterrados, a los que despojan desde los clavos de la casa donde viviste hasta la cama donde dormiste todos tus mejores sueños y tus peores pesadillas. La cama donde te correspondía morir tal vez rodeado de esos hijos y nietos que partieron o quedaron y que sabes que no podrás volver a ver hasta Dios sabe cuando. Para mi fue difícil aceptarme como una desterrada. Tres años y medio sola en Tarragona tratando de ganarme el pan nuestro de cada día para poderme traer a mi marido y a mi hija, con la incertidumbre de que los tomaran de rehenes, fue desgarrador, pero Tarragona es una ciudad que engancha, que se hace querer.
Ana Cabrera Vivanco nació en La Habana, y vive exiliada en España desde 2002. Es periodista y escritora. Publicó en Cuba, La voz del silencio, biografía de la escritora cubana Dulce María Loynaz
1 comment:
Pues sí, es una definición dolorosamente más presisa...
Abrazos!
Post a Comment