YAQUELINE MALDONADO BARJA / CADENASER.com
Desde que el cubano Norberto Díaz, se convirtiera en el primer cubano en conseguir la nacionalidad española, las peticiones para acogerse a la Ley de Memoria Histórica, llamada también Ley de Nietos, que beneficia a descendientes de los exiliados durante la Guerra Civil (1936-1939) y la represión franquista (1939-1975), se han triplicado desde enero. Pero no todos consiguen materializar sus sueños, muchos se quedan con las manos vacías.
Desde que el cubano Norberto Díaz, se convirtiera en el primer cubano en conseguir la nacionalidad española, las peticiones para acogerse a la Ley de Memoria Histórica, llamada también Ley de Nietos, que beneficia a descendientes de los exiliados durante la Guerra Civil (1936-1939) y la represión franquista (1939-1975), se han triplicado desde enero. Pero no todos consiguen materializar sus sueños, muchos se quedan con las manos vacías.
Carlos R, de 37, salió de su país hace cinco años. Un evento deportivo en Brasil le dio una "única" oportunidad para no volver con sus compañeros de equipo a la isla. De Brasil logró salir al año con una carta de invitación hacia España a la que ha convertido "en su nueva patria". Trabaja en las tardes en un restaurante cubano pero en sus ratos libres se ocupa de llamar por teléfono a diferentes parroquias de España para averiguar las partidas de nacimiento de muchos de sus compatriotas desde el otro lado del Atlántico.
"Mi madre le dio el teléfono a un amigo para que yo le ayudara desde aquí a buscar su partida de nacimiento y esa persona le pasó mi número a otro y a otro y de pronto me llamaban muchos paisanos pidiéndome lo mismo", relata Carlos que dice haber localizado al menos 10 partidas de nacimiento desde marzo pero que la mayoría de las veces no logra ubicar los registros. "La pobreza es un motivo, pero más fuerte es la necesidad de libertad", dice con la mirada perdida.
Desde que entró en vigencia el pasado 29 de diciembre la Ley de Nietos por la que cientos de hijos y nietos de exiliados del franquismo en Latinoamérica pueden reclamar la nacionalidad de sus antepasados, miles de cubanos guardan la esperanza de salir de su país. En sólo tres meses 62.000 personas han reservado su turno por Internet y se estima que al menos 400.000 personas la solicitarán este año.
El cubano Antonio Guédez, vicepresidente de la Asociación Iberoamericana por la Libertad, enumera las dificultades por las que están pasando muchos de sus compatriotas para conseguir los papeles; documento indispensable en la tramitación. Considera que uno de los problemas fundamentales para los que quieren acogerse a esta ley, es la lejanía por lo que tienen que recurrir a amigos o conocidos en España para que les ayuden a ubicar los registros, pero muchos de estos documentos ya no existen por extravío o porque muchos archivos se quemaron durante la guerra civila.
Guédez es otro de los voluntarios que colabora en España cuando un cubano acude en su ayuda para de ubicar su partida en alguna parroquia del territorio español. "Es como buscar una aguja en un pajar", dice mientras cuenta una de sus tantas historias. Tenía que ubicarle los papeles a un amigo y empezó, sin ninguna referencia, a llamar a diferentes parroquias de Canarias hasta que acertó y ese amigo ya está a punto de recibir su pasaporte.
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1 comment:
Que bonito, Verónica, ayudarse así.
Si funcionara en todo especialmente con los de la isla.
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