En el 2008, su petición de asilo fue rechazada y las autoridades austriacas le dieron un par de semanas para apelar la decisión o sería deportado a Cuba. Rodríguez así lo hizo, con ayuda de una organización humanitaria, pero ha tenido que esperar más de dos años por la respuesta. Recientemente ha recibido una citación de la Comisión de Asilo de Austria para el próximo 20 de julio y el teme que pueda ser deportado.
Debido a sus actividades opositoras en Cuba, Bárbaro considera que la deportación le traería terribles consecuencias, entre ellas la posibilidad de ser detenido por el aparato represivo de la dictadura cubana. Además de no tener seguridad de que puede residir en el país en el que nació, pues un permiso de entrada o “habilitación” del pasaporte cubano no le da la certeza de que pueda vivir ahí el resto de sus días. Estos permisos duran sólo veinte días que yo sepa, pero la Ley de Inmigración dice que noventa.
Según esta ley:
- Los ciudadanos cubanos que quieren (o tienen, en este caso) que regresar a la isla necesitan estar inscritos en las oficinas consulares cubanas. No creo que una persona que ha sido disidente en la isla tiene ganas de estar en contacto con los consulados cubanos, que se caracterizan más por aplastar a los ciudadanos de su país que por ayudarlos.
- Deben tener un pasaporte cubano vigente. Este es de los más caros del mundo y aunque se vence cada seis años hay que renovarlo cada dos pagando cada vez de $100 a $200, dependiendo del país. Me pregunto si además, en caso de ser deportado, Bárbaro tendría que pagar por cada mes que ha pasado fuera de la isla. Aunque después de once meses fuera de Cuba pierdes la ciudadanía cubana, en caso de regresar, ha que pagar por el tiempo que has estado fuera de la “cárcel”. En el caso de España, por ejemplo, son $40 euros, y en Estados Unidos, $150. No sé cuánto cuesta la libertad al mes en Austria.
- Los permisos para regresar son entregados por el Ministerio del Interior, por lo que Bárbaro caería directamente en manos de sus represores.
- Las personas de más de 18 años que regresan a Cuba necesitan que alguien le de alojamiento en Cuba y se ocupe de mantenerlo mientras la persona que regresa no tenga ingresos propios. No sé si Bárbaro tiene familia en Cuba, pero en cualquier caso, el salario medio mensual allí es de $15 y malamente alcanza para una semana. Sobre este tema la Embajada de Austria en La Habana ha respondido “En Cuba viven cientos de miles, en su mayoría jóvenes, que se ganan la vida con trabajos de ocasión sobre todo en el sector turístico, y cuyos ingresos son mejores. Con la experiencia de haber estado en el exterior y eventualmente haber aprendido otro idioma se puede asumir que la supervivencia de un aspirante a asilo está asegurada sin ningún problema después de su regreso, aún sin acceso al mercado laboral regular.” Enviando directamente a Rodríguez a la ilegalidad, pues no conozco a nadie que ha podido regresar a Cuba en edad laboral, y menos que pueda obtener un empleo o recibir su retiro por el tiempo que trabajó en su país.
Más información sobre la situación de Bárbaro Rodríguez, documentos, las respuestas que este ha recibido de parte de la Embajada de Austria en Cuba y observaciones al respecto en Punt de Vista.
1 comment:
Porque se respeten los derechos de los que verdaderamente se han opuesto alrégimen castrista, está bueno ya de servilismo por parte de las embajadas acreditadas en Cuba.
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